Prólogo: (1842, En algún sitio en los Alpes Italianos)
¡Un disparo!
Al momento en que el estallido hace eco en las montañas, un cuerpo se desploma por el borde de la meseta, dejando a Lord Henry Jagman de pie allí con un arma humeante en su mano. Su asociado, Benjamin Greaves, empaca el campamento mientras que Jagman reflexiona sobre el estado actual de los asuntos. Finalmente, tiene todo lo que necesita para alcanzar su meta. Es un simple caso de estudiar las claves.
Todo lo que necesita ahora es… ¡tiempo!
ACTO I
Escena 1: (Una celda en la prisión de Newgate – La luz de la luna brilla a través de los barrotes)
Han pasado meses desde el incidente en los Alpes.
Amelia Darvas está en la prisión donde encierran a los deudores. Su madre falleció en el parto, y su padre luchó contra la mala suerte y las malas decisiones en los negocios hasta que la fortuna de la familia se perdió. Su padre murió en un duelo, pero no sin antes revelarle a Amelia un extraño secreto de familia – el lugar de un laberinto subterráneo. Aparte de eso, Amelia quedó sin nada más que deudas. Esto la llevó a su difícil situación actual en la prisión de Newgate – encerrada por deber dinero. Ahora está sola. Ningún amigo en el mundo
Esa noche, Jagman visita su celda y ofrece saldar su deuda y asegurar su inmediata libertad a cambio del lugar del laberinto. Desesperada por limpiar el nombre de su familia, Amelia accede al trato y revela que éste se encuentra en la Selva Negra dentro de la Confederación Germánica, en un lugar llamado “Die Halbmond-Lichtung” (El claro de la media luna).
Revelada tan vital información, Amelia ya no tiene ningún valor para Jagman y la abofetea tirándola al suelo, burlándose de su crédula naturaleza. Se regodea sobre lo sencillo que es manipular a las personas y luego decide “arreglar” los cabos sueltos maquinando la ejecución de Amelia por traición.
Escena 2: (La horca fuera de la prisión de Newgate – se ha reunido una muchedumbre)
Un par de días después, Amelia es sacada fuera de los muros de la prisión de Newgate al griterío de la muchedumbre, y arrastrada hacia el cadalso. Ella está orgullosa y desafiante – maldice a Jagman por sus acciones e, incluso en esta situación desesperada, jura venganza en esta vida o en la siguiente.
De repente hay pequeñas explosiones y el gentío es inundado por espesas columnas de humo verde extendiéndose por el aire. A través de la bruma Amelia ve dos figuras encapuchadas abriéndose camino hacia ella. A lo lejos hay otro hombre, también enmascarado, apoyándose en un bastón, observando la situación. Comienza un enfrentamiento y, en segundos, Amelia es liberada. Con la ayuda de las tres misteriosas figuras, es llevada a las sombrías calles laterales y se pierden en la confusión.
Escena 3: (En el puente Southwark)
Luego de eludir los guardias y cubrir sus huellas por las calles de Londres, Amelia y sus salvadores finalmente llegan al puente Southwark. Se descubren, y Amelia es presentada al Profesor Samuel King, William Gardelle y Eva Bonaduce.
Luego que William fuera saludado muy friamente, el Profesor intenta explicar la urgencia de la situación, y descubre que Jagman ahora conoce la localización del laberinto. Amelia, aun conmocionada por sus recientes experiencias, está llena de resentimiento y un deseo de venganza hacia Jagman. Reacciona agresivamente, pero es contenida por Eva, quien parece devota a la protección de Samuel King.
En una confrontación entre Eva y Amelia, Eva le explica cómo encontró a King, gravemente herido en los Alpes Italianos. Lo rescató del borde de la muerte, y ha jurado ayudarlo a derrotar a Jagman.
Finalmente dejan el puente, con Gardelle en la retaguardia, reflexionando sobre sus sentimientos por Amelia.
Escena 4: (Dentro del Refugio de San Lázaro para indigentes y desamparados)
El refugio esta lleno, pero nadie se interesa en el cuarteto que se sienta en una esquina conversando. King tiene habitaciones sobre el refugio y sus contribuciones financieras le permiten permanecer anónimo aquí.
King le explica a Amelia lo que ha estado pasando que los condujo hasta ese momento…
King había sido un apasionado estudiante de los grandes alquimistas, particularmente de Thomas Anzeray (1535-1607). Luego de encontrar muchas cartas escritas por Anzeray a sus discípulos, se dio cuenta que podría tener la clave para descubrir su más grande legado: el paso entre la vida y la muerte, conocido en la leyenda como la “Resurrección Anzeray”. Hacia finales de su vida, Anzeray estaba consciente de la existencia de enemigos que querían robarle su trabajo. Emprendió un viaje, dividiendo su descubrimiento en tres partes y escondiéndolas a través de Europa. Luego de ese viaje, Anzeray nunca más fue visto.
King descifró claves en la carta, que revelaban que habían tres artefactos: un Diario, un Cráneo y un Cofre con Siete Piedras Sagradas. Gracias a estas cartas y años de estudio, King estaba listo para la búsqueda de los artefactos y reconstruir la legendaria “Resurrección Anzeray”. Tal aventura, sin embargo, sería costosa y compleja. Claramente necesitaría un benefactor. El apoyo se lo ofreció el adinerado Lord Henry Jagman, un famoso miembro del Club Hellfire, pero también conocido explorador y aventurero. A pesar de los oscuros rumores que envolvían a Jagman, King decidió aceptarlo como socio en la búsqueda para redescubrir la Resurrección Anzeray.
Juntos viajaron a los Alpes Italianos, donde se las arreglaron para desenterrar el Diario de Anzeray. Cuando King revisaba el libro, leyó una severa advertencia de parte del Alquimista, que señalaba que la humanidad podría no estar lista para su descubrimiento. Podría causar un desastre catastrófico en el mundo si cayese en las manos equivocadas. King le informó a Jagman que estos aparatos no debían ser descubiertos, pero fue traicionado. Jagman le disparó y lo dio por muerto. Gracias a los cuidados de Eva, King sobrevivió, pero espera que Jagman no se entere de esto.
Justo cuando Amelia estaba tratando de asimilar toda esta información, Gardelle atrapa a una niña tratando de robarle desde sus bolsillos. Su nombre es Jessamine, y a pesar de la indignación de Gardelle y Eva, Amelia intercede sugiriendo que la amabilidad sería mejor que el castigo. King calma esta discusión, recordándole a Gardelle que también él es un ladrón, y que así fue como conoció al Profesor. King luego dispone comida y vestimenta para la niña. Jessamine permanece algo desafiante en sus acciones, pero agradece la generosidad de King.
Los cuatro luego regresan al asunto en cuestión. Gracias a Amelia, ahora saben que el Cofre con las Piedras Sagradas está escondido en el Laberinto en la Confederación Germánica. Sin embargo, al igual que Henry Jagman, están a oscuras sobre como sortear la red de caminos hacia allá, e ignoran que ese camino podría llevarlos a una muerte segura. King sugiere que Gardelle y Eva allanen la casa de Jagman para tratar de encontrar donde está escondido el Cráneo. Amelia se ofrece a ir también, pero la convencen de quedarse, ya que su deseo por venganza es muy poderoso, y podría poner en riesgo toda la misión. El Profesor aprovecha la oportunidad para enseñarle a Amelia la necesidad de la paciencia y la planificación.
Escena 5: (El estudio en la casa de Jagman)
Gardelle y Eva entran en la casa, y se arrastran por el estudio de Jagman. Buscan y encuentran cierta información clave. De repente escuchan un ruido y deben ocultarse.
Ben Greaves ha estado bebiendo, y entra tambaleándose al estudio, seguido de cerca por el Ama de Llaves, la Sra. Muncey. Ella no está contenta con el visitante. Sin embargo, le ha enviado el mismo Jagman a buscar algunos elementos. Greaves y Muncey discuten y, mientras lo hacen, entregan información vital sobre el Cráneo. Ahora está escondido en alguna parte del Cementerio Highgate. La ubicación exacta es aún un misterio, pero cuando la luz de la luna llena brille sobre “el arpa del ángel”, sabrán donde buscar.
Habrá luna llena la noche siguiente y Jagman planea reunir al Club Hellfire en Highgate para armar una fiesta, y durante la cual él intentará conseguir el Cráneo. Luego de eso, se embarcará hacia la Confederación Germánica en búsqueda del tercer artefacto, el Cofre de Piedras.
Greaves deja el estudio, seguido por la regañona Sra. Muncey, y William y Eva se regocijan con la nueva información.
Escena 6: (Las habitaciones del Profesor sobre el Refugio)
Se observa a King dándole algo de dinero para el bolsillo a Jessamine quien se retira. Amelia entra preguntando impacientemente si hay noticias de Gardelle o Eva. No hay ninguna. Distraídamente, canta para si misma. King le pregunta por el origen de la canción, y Amelia explica que, aparte de las deudas, es lo único que su padre le dejó….una canción de cuna que él le cantaba cuando pequeña.
De repente Gardelle y Eva llegan de vuelta. Están emocionados y ansiosos de contarle las noticias a King. Eva le muestra algunos documentos al Profesor, de los cuales él pronto deduce que el Cráneo que buscan, ¡pertenece al propio Anzeray! También le cuentan sobre la conversación entre Ben Greaves y la Sra. Muncey, que revelan que el Cráneo está en el Cementerio Highgate. Deciden disfrazarse como gitanos e infiltrarse en las festividades del Club Hellfire: Amelia se desliza al techo del edificio….
Escena 7: (En el tejado del Refugio “San Lázaro”, observando Londres)
Gardelle encuentra a Amelia sentada pensativa en el tejado, mirando fijamente el cielo de Londres. Trata de convencerla que las cosas siempre se resuelven. A pesar de su primera fría reacción hacia William, Amelia valora sus esfuerzos, pero le advierte que ella está huyendo de la oscura sombra que ha arruinado su vida y todo lo que ha amado. La sombra se llama Lord Henry Jagman, y ella no se rendirá hasta que la justicia se haya cumplido. Para ella, ¡la venganza es primordial!
Escena 8: (Cementerio Highgate)
La noche siguiente es luna llena y el encuentro del Club Hellfire en el Cementerio Highgate. Jagman comienza el evento deseándole a todos que pasen un buen momento, prometiendo que pronto compartirá con ellos lo que es probablemente el más grande descubrimiento en la historia. Que deben ser pacientes un poco más y luego sorprenderá al mundo.
Cuando la fiesta comienza, Jagman se pierde en la multitud. El reloj da la medianoche y aparece una pequeña banda de gitanos. Amelia y sus amigos han llegado. Ella llama rápidamente la atención de los participantes y les ofrece leer sus manos, prometiendo adivinarles el futuro. En todo momento, ella y sus “músicos” (Gardelle, King y Eva) buscan la estatua del ángel y el arpa. Amelia sin embargo, está más interesada en encontrar a Jagman, pero Gardelle trata de mantenerla bajo control. Ya se ha vuelto responsable por Amelia, y sus sentimientos ya son conocidos por King y Eva.
Mientras que la fiesta continúa, ellos encuentran la estatua del ángel, y están seguros que la luz de luna brillara y marcara la tumba… ¡pero la tierra ya ha sido removida! En el hoyo hay una caja, pero está vacía… ¡el Cráneo ha desparecido!
King concluye que su última oportunidad es llegar a la Confederación Germánica y ganarle a Jagman con el último artefacto a toda costa. Amelia no quiere marcharse, aun desea encontrar a Jagman. Eventualmente, William la convence de dejar la fiesta.
¡Esto ya es una carrera mortal por el tercer y ultimo artefacto!